Aproximadamente
a las 14:00 Hrs. del día jueves 24 de Febrero, todos los noticieros del país se
volcaron a la intersección de las calles Zurich con Avda. Vitacura, dado que
ese lugar yacía un vehículo y una losa de edificio perforada, que hasta ese
entonces era un probable caso de "explosión por gas" generada por una
cuadrilla de trabajadores que traían consigo un balón de gas.
Es
importante precisar que dicho accidente tuvo lugar en el primer subterráneo del
edificio comprometido.
Básicamente
la mayoría de las explosiones de gas se generan por la existencia de una fuga
de un gas con características explosivas que se acumula de manera tal que
ingresa al rango de explosividad denominado LEL. Es decir, todos los gases
tienen un límite inferior de explosividad (LIE) y un límite superior de explosividad
(LSE), y el rango comprendido entre el LIE y el LSE es el “Rango de
Explosividad denominado LEL”.
Para
explicarlo de mejor manera, tomaremos el ejemplo de trabajos con balones de gas
ordinarios, donde su contenido es GLP (gas licuado de petróleo) el cual tiene
un LIE de 2,4 % y un LSE de 9,5%.
Si
definimos que hipotéticamente el subterráneo donde acaeció la explosión tenía
un volumen de 100 mts3, bastó con una fuga que llegó por ejemplo a 5
mts3 (5% está dentro del rango LEL) para que cualquier fuente de
calor provoque la explosión (por ejemplo: corriente estática por fricción de
telas sintéticas, encendido de un vehículo, fuego de un cigarrillo, etc).
A
ello debemos agregar que muchos de los gases explosivos que conocemos tienen
mayor densidad que el aire que respiramos, de manera que al momento de la fuga
quedan depositados dentro del subterráneo y no evacuan sino con sistemas de
extracción forzada.
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